Un tesoro a las afueras de la ciudad: El Desierto de los Leones
Uno de los tesoros mejor guardados de la Ciudad de México son sus bosques y parques naturales, en donde la historia y la belleza de la naturaleza han creado un entorno de paz y tranquilidad. Un lugar que reúne estas características es el Parque Nacional Desierto de los Leones.
Este bosque puede presumir de ser una de las pocas áreas naturales que quedan en el valle de México, cuenta con una extensión de casi dos mil hectáreas (1866) y se ubica al poniente de la Ciudad de México.
Fue el primer parque nacional de México, cuando en 1917 el presidente en turno Venustiano Carranza lo declaró así y funciono en la época del Virreinato para suministrar de agua a la ciudad con sus manantiales.
Biodiversidad
El parque cuenta con unas 378 especies flora según estudios recientes, las más comunes son el pino, pino canadiense, oyamel, encino, roble, ahuejote, cedro, helechos entre muchas otras más. También una gran variedad de fauna silvestre de aproximadamente 57 especies reportadas divididas entre aves, mamíferos, reptiles y anfibios, entre las que destacan: el halcón, gavilán, la codorniz, colibrís, zorzal, la salamandra, la culebra listonada, la musaraña, el tlacuache, armadillo, murciélagos, zorrillos, gato montés, mapache, ardillas, ratón de campo, conejos, coyotes, entre las más destacadas de su género.
La entrada al parque está abierta de martes a domingos de 8 de la mañana a 5 de la tarde, tiene un costo de entrada de 20 pesos.
Exconvento Santo Desierto de Nuestra Señora del Carmen
El inicio de su construcción se remonta al año de 1604, cuando el virrey de la nueva España Don Juan de Mendoza y Luna otorgó la propiedad de los montes de Santa Fe a la Orden de los Carmelitas Descalzos.
Pero fue hasta 1606 cuando el Virrey colocó la primera piedra de la Iglesia del eremitorio del Santo Desierto. La terminación parcial de este recinto fue en el año de 1612, la construcción estuvo a cargo del arquitecto carmelita Fray Andrés de San Miguel que también incluyó diez ermitas distribuidas en distintos puntos del bosque, así como un muro llamado la Barda de la Excomunión que medía aproximadamente 10 kilómetros y tenía la intención de proteger y reforzar el aislamiento espiritual.
El nombre de “desierto” viene de una denominación que la orden de los Carmelitas hacía de los recintos religiosos, al considerarlos un sitio aislamiento, para dedicarse por completo al rezo y la meditación, alejados de toda distracción de la sociedad.
Por otro lado, la segunda terminación “de los leones”, tiene muchas teorías al respecto, algunos historiadores aseguran que en la época, los frailes Carmelitas Descalzos no podían ejercer cargos o acciones seculares, lo hicieron a través de la familia con el apellido León, quienes se habían adjudicado el título de propietarios de estas tierras, por lo que de esta manera se asocia el nombre con esta familia, que a su vez se enfrentó en diversos pleitos legales con José Patiño Ixtolinque, descendiente del cacique Juan de Ixtolinque Guzmán quien reclamaba las tierras.
La investigadora María del Carmen Reyna, hace referencia a este apodo en una de sus publicaciones con el nombre de “El desierto de los leones: sus aguas y la adjudicación de su monasterio en el siglo XIX”, supuestamente por un monte de la zona que era conocido como tal.
Una última teoría hace alusión a este curioso apodo, debido a que en la zona había diferentes especies de animales como coyotes, gatos monteses a los que en la época se les conocía vulgarmente como leones o tigres.
Arquitectura del exconvento
La arquitectura del lugar es simple, debido a la importancia de esta característica en las construcciones de los carmelitas, que buscaban principalmente evitar todo tipo de distracciones en el diseño de la construcción, dando prioridad a la función de los espacios por encima de la forma.
Construida principalmente en adobe y cantera este recinto se encuentra a un costado de los jardines que adornan los alrededores y crean una postal inolvidable para sus visitantes.
El jardín es conocido como El Jardín de los secretos, se encuentra donde alguna vez estuvo un huerto en donde los frailes cultivaban diferentes frutos. Es un jardín con una arquitectura realmente hermosa, pues su ubicación a un costado del bosque, permite que la luz del sol se filtre a través de los pinos y árboles creando una atmósfera mágica de luces y sombras.
El complejo se compone de un claustro principal con un jardín, una biblioteca, cocina, galería, celdas, dormitorios, un campanario o espadaña, un sótano, una nave principal que se usa para eventos religiosos, acueductos, el jardín de los secretos y la famosa capilla del mismo nombre bautizada así por su peculiar acústica.
En la capilla ocurre un fenómeno muy interesante, pues si dos personas se colocan en las esquinas del recinto pueden escucharse sin ningún problema, pero no pueden ser escuchados por los demás, esto por su construcción de su bóveda elíptica que funciona para transmitir el sonido de un extremo al otro, con la intención de remarcar la idea del silencio en el exconvento.
Actividades
Una actividad que puedes realizar el tour de Leyendas nocturnas, el cual consiste en un recorrido al interior y exterior del exconvento en donde escucharás los relatos y leyendas que se han contado a lo largo de los años, así como los datos históricos del convento. Estos recorridos se realizan los viernes y domingos a partir de las 20:30 y tienen un costo de 170 pesos.
De igual manera el exconvento Santo Desierto de Nuestra Señora del Carmen cuenta con un museo llamado Zapata, en el cual podrás encontrar fotografías de este personaje, así como las armas de la época de la revolución debido a que este lugar sirvió como cuartel zapatista. De igual manera está el museo Bicentenario, el cual consta de cuatro salas de exhibición en donde se muestran animales disecados de la zona, maquetas del parque y del convento, así como fotografías de la zona y su historia, los dos museos son gratuitos.
La entrada al exconvento es de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas y el costo de entrada es de 16 pesos.
De paseo por las ermitas
Otra actividad que puedes realizar si buscas algo más parecido al senderismo o la bicicleta de montaña es el paseo de las ermitas, que consta de un recorrido por estos pequeños templos construidos entorno al convento, a donde los frailes acudían para rezar, actualmente sólo quedan en pie ocho de estas ermitas, el nombre de todos los recintos son: San José, La Soledad, San Alberto, María Magdalena, San Juan de la Cruz/San Elías, Santa Bibiana, Santa Teresa de Jesús, Jesús del Calvario, de la Oración del Huerto de Nuestro Salvador y San Juan Bautista.
De paseo en el bosque
Dentro del parque también puedes realizar otras actividades como el senderismo, la bicicleta de montaña, ruta, camping, así como utilizar las zonas de asador.
De igual manera una de las actividades preferidas de los aventureros es la ruta al cerro de San Miguel en donde se encuentra una de las capillas construidas por los Frailes de los Carmelitas Descalzos, la capilla de San Miguel Arcángel terminada en el año de 1728, la cual cuenta con una vista impresionante del valle de México en donde pueden admirarse a lo lejos los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Este recorrido lo puedes realizar a pie o en bicicleta, hay diferentes caminos que puedes tomar, los más conocidos son el que inicia en los restos del muro de la excomunión en la entrada a La Venta y la otra es entrar por la caseta de acceso al desierto de los leones en donde se encuentra la ermita de La Soledad y de ahí seguir el camino hacia el bosque, te recomendamos preguntar a los guardabosques o guías locales, ya que el camino es muy largo y existen diferentes rutas por el bosque.
El recorrido hasta el cerro es de aproximadamente 10 kilómetros por lo que te recomendamos ir preparado.
Otros atractivos
Ubicada un costado del exconvento se encuentra el lago de los gansos, esta zona de riachuelos y pequeñas cascadas es un espacio ideal si buscas disfrutar de un bonito día de sol, para ir debes bajar por una pendiente empedrada a través del bosque que se encuentra a un costado de la entrada al estacionamiento del parque.
¿Dónde comer?
A las afueras del monasterio puedes encontrar una gran variedad de restaurantes y puestos de comida, que ofrecen antojitos mexicanos, principalmente quesadillas, conejo, tostadas, tacos, mole con pollo, enchiladas y pescados como truchas y mojarras.
Otra opción es el “Restaurante de los monjes” que se encuentra al interior del exconvento, el cual cuenta con una variedad de comida mexicana, así como una bonita decoración con algunas obras del lugar.
Bibliografía
El Santo Desierto de Cuajimalpa, o, Desierto de los Leones : notas históricas y descriptivas para uso de los visitantes a este lugar por León, Nicolás, 1859-1929
“El desierto de los leones: sus aguas y la adjudicación de su monasterio en el siglo XIX”
De María del Carmen Reyna
Programa de conservación y manejo parque nacional desierto de los leones, Conanp Semarnat, México, 2006